Nuestros hijos, como cualquier ser humano, en su desarrollo a persona adulta pasará por muchas fases, y en todas ellas hay un denominador común: negociar con mi hijo.
¿Qué padres no nos hemos planteado estas preguntas en algún momento?:
¡No hay quien se haga con mi hijo!
¡Mi hijo está intratable!
¡él no era así!
¿qué puedo hacer?
¡hace lo que le da la gana!